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Jose Lorenzo
Hemos estado pasando el fin de semana. Todo perfecto, la casa, la atención de Ana Rosa, el desayuno. Repetiremos sin duda.
Cuenta Lobera
Son dos casas, una de alquiler completo (Catalingarde II) y otra por habitaciones (Catalingarde I). Ambas son casonas típicas roncalesas, muy próximas una de otra, en el centro y a 2 min de un aparcamiento. Eso sí, no hay ascensor, a tener en cuenta si tienes problemas de movilidad. Estuvimos en Catalingarde I. La habitación en la segunda planta estupenda, un armario muy cómodo, que aunque lleves poca ropa siempre viene bien, y más yendo a la montaña. El baño muy grande. Todo limpísimo, impecable! y esa decoración con madera, la madera de antes que hace las casas tan acogedoras. La propietaria vive en la primera planta, así que está pendiente de lo que sea necesario. En la tercera planta hay un salón común donde se sirven los desayunos, que son deliciosos, especialmente esa mermelada de ruibarbo única de elaboración propia que hace Ana (no la encontrarás en tiendas). Incluyen fruta, tostadas y bollería, muy completo. Puedes cenar previo encargo, cocina casera muy rica y siempre variada. Protocolos COVID ok! Muy atentas ventilando y dejando entrar el sol, y poniendo un ratito la calefacción por la tarde para garantizar una temperatura perfecta. Además, Ana es una verdadera oficina de turismo andante: su información sobre el Valle, sus recomendaciones, sus historias, sus libros... Es una enamorada de su tierra y eso se nota. Tuvimos un problema con el coche durante nuestra estancia y nos ayudó mucho más allá de lo esperado. Si volvemos al Valle, será a Catalingarde seguro!!!
Belén Caballer Sanchez
Bonita y céntrica casa. Muy limpio todo. La habitación con baño en la que estuvimos no era muy grande pero estaba bien aprovechada. Buenos desayunos ( la mermelada casera...mmmm) M.Ángeles muy atenta y agradable. Para volver, sin duda.